Frente a problemas cardiacos graves, existe una gran cantidad de tratamientos y cirugías a las que podemos recurrir para hacerles frente. Sin embargo, en algunas circunstancias parece que la única solución es un trasplante de corazón. La idea por si sola basta para espantar a cualquier paciente, por lo que en esta ocasión queremos despejar tus dudas sobre esta complicada cirugía cardiaca.
¿Qué es un trasplante de corazón?
Se trata de un procedimiento quirúrgico que tiene como finalidad sustituir el órgano cardiaco de un paciente a causa de una dificultad o enfermedad. El corazón sustituto es obtenido de un donante sano y debe ser compatible con el paciente solicitante. Hay que destacar que un trasplante de corazón rara vez es la primera opción debido a que es una operación de gran riesgo y dificultad.
Antes de recurrir a un trasplante, el especialista debe confirmar primero que el resto de métodos alternos no surtan efectos beneficiosos ante la condición a tratar. En otro sentido, a pesar de que sea una operación invasiva, normalmente la persona tiene altas posibilidades de sobrevivir sin desarrollar complicaciones, siempre que se realice el procedimiento de manera correcta y profesional.
¿Cuándo recurrir a un trasplante?
Como ya mencionamos, es preferible no llegar a alternativas invasivas como un trasplante de corazón. No obstante, si la mayoría de los tratamientos demuestran haber fracasado para resolver alguno de los siguientes problemas cardiacos, se debe contemplar la idea de realizar este procedimiento:
- Insuficiencia cardiaca grave inmune a los efectos de los medicamentos.
- Corazón dañado gravemente a causa de un ataque cardiaco.
- Anomalías congénitas irreparables.
- Palpitaciones irregulares con riesgo a la muerte del paciente.
Ten en cuenta que la insuficiencia cardiaca puede originarse por diversas razones, por lo que cumples con el perfil si sufres de alguna cardiopatía o enfermedad a la altura de las arterias coronarias. De hecho, estas pueden surgir como consecuencia de un trasplante de corazón fallido.
Riesgos
Los procedimientos quirúrgicos, de cualquier tipo, están asociados a la posibilidad de sufrir una infección, sangrado o coágulos de sangre. Por si aún no es suficiente, existen otros riesgos que debemos asumir a la hora de practicarnos un trasplante de corazón, como los enlistados a continuación:
- Rechazo del órgano sustituto.
- Fallo al injertar el corazón.
- Que las arterias se endurezcan y engrosen.
- Efectos adversos de los inmunosupresores.
- Aumento de riesgo de desarrollar cáncer.
- Riesgo de infección.
Consideraciones para un trasplante de corazón
La primera fase de este procedimiento suele ser bastante complicada, ya que consiste en esperar la llegada de un donador de corazón compatible con el paciente. Ten en cuenta que, una vez se te notifique que ha aparecido un donador, tienes que responder rápidamente por el órgano. De hecho, para mantenerlo utilizable, debe injertarse dentro de las primeras 4 horas seguidas de la ablación del mismo.
¿Cómo es el procedimiento?
Aun si te has sometido a otro procedimiento quirúrgico en el pasado, es posible que encuentres el trasplante de corazón sumamente diferente. De hecho, si consideramos su alto nivel de dificultad y el hecho de que dura varias horas, podemos decir que es una de las operaciones más complicadas. Por fortuna, el cardiólogo se encargará de administrar medicamentos para dormir al paciente.
Para comenzar el trasplante de corazón, el médico procede a realizar una incisión en el pecho para abrirse paso a través del esternón hasta el órgano. Acto seguido, se encarga de retirarlo de su lugar para luego conectar los vasos sanguíneos primordiales al corazón sustituto. En la mayoría de los casos, el nuevo órgano responde al flujo sanguíneo comenzando a palpitar. En caso contrario, hay que recurrir a las descargas eléctricas para incentivar el ritmo cardiaco.
Proceso de recuperación tras un trasplante de corazón
Luego de haber culminado con éxito el trasplante de corazón, el paciente se mantendrá los primeros días conectado a un respirador y conductos que brindarán líquidos importantes para el corazón y los pulmones. Hay que mencionar que, durante todo el proceso de recuperación del trasplante de corazón, es necesario mantenerse dentro del centro médico, para detectar la aparición de síntomas que sugieran un rechazo hacia el nuevo órgano.
Por último, tomar medicamentos para soportar el dolor e inmunosupresores es clave para la recuperación del corazón del paciente, así como asistir a las sesiones de terapia. Sin embargo, se sugiere continuar vigilando la evolución del trasplante de corazón.