Hablar sobre la posibilidad de que personas cardiópatas realicen alguna actividad deportiva, depende de muchos factores. De allí que responder a la interrogante ¿Qué deportes puedo practicar si soy cardiópata? adquiere importante significado para determinar qué, cuándo y cómo se puede retomar la actividad deportiva a rendimiento pleno.
Relación entre la práctica deportiva y la cardiopatía
Generalmente las personas cardiópatas se encuentran entre dos opciones extremas al momento de realizar algún deporte: actividad deportiva plena o totalmente prohibida. No obstante, los especialistas en el área son de la opinión que se deben evitar las generalizaciones.
En este sentido, la asesoría de los cardiólogos se debe basar en una apreciación dinámica e individualizada, en la cual es muy importante tomar en consideración los límites del sistema cardíaco al momento de realizar alguna práctica que implique esfuerzo físico.
Se ha demostrado que la actividad física adecuada fortalece el corazón, controla la presión arterial y mantiene adecuados valores de colesterol y de glucosa sanguínea en caso de diabetes haciendo importante realizar ejercicio de manera regular cuando se tiene una condición cardíaca
El corazón y el deporte
Las recomendaciones de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC), amplían las opciones para la actividad deportiva profesional o recreativa de personas cardiópatas según el tipo de enfermedad. Tomando como premisa que la actividad física es parte integral de la rehabilitación cardiovascular.
Pero hay que tener cautela, con el aumento de información acerca de la manera como afecta el ejercicio físico las diversas patologías coronarias, el equipo multidisciplinario de especialistas asegura que se debe evaluar caso a caso para evitar posibles recaídas. En el caso de un paciente que haya tenido un infarto de miocardio, debe pasar por un lapso de cicatrización de la lesión aproximadamente de 21 días.
Luego de superada esa etapa, según las evaluaciones médicas y resultados de estudios exploratorios, entre ellos ecocardiograma y electrocardiograma, se determinará la evolución clínica, permitiendo determinar cómo y cuándo puede reiniciar la normal actividad deportiva.
Realizar ejercicio de manera periódica, influirá positivamente en la salud cardiovascular de manera integral, ayudando además a reducir peso, fortalecer la salud ósea, mejorar los estados anímicos y de calidad de sueño.
Aspectos a considerar si va a practicar deporte y es cardiópata
Es conveniente asesorase con su médico tratante antes de iniciar cualquier programa de ejercicios, para que verifique si el deporte escogido por usted es seguro según su condición cardiovascular. Debiendo tomar en cuenta los siguientes aspectos:
- Es diabético.
- Reciente evento cardíaco.
- Recientes procedimientos o cirugía cardíaca.
- Dificultad para respirar, presión o dolor en el pecho.
La actividad deportiva aeróbica exige incrementar el funcionamiento de la actividad cardiaca y respiratoria, ayudando al corazón a optimizar el uso del oxígeno y mejora la circulación. Por ello, lo ideal es que el músculo cardíaco trabaje más cada vez, pero de una manera progresiva, evitando jornadas impropias o demasiado extenuantes.
Deportes para un cardiópata
Basados en cuatro deportes de más aceptación, indicamos las características de cada uno, sus alcances y límites para un deportista cardiópata:
- Natación: comprende los llamados deportes isotónicos, en los cuales se requiere movilizar músculos de distintas partes del cuerpo. Es recomendado para deportistas cardiópatas que ya hayan practicado esta modalidad, porque el pulso y la tensión no aumentan de manera brusca. En cuanto al estilo es preferible utilizar la espalda y la braza, debiendo realizar la práctica en piscina con una temperatura que oscile entre 25 y 30 grados. Siendo su desventaja que tiende a aumentar la presión arterial.
- Fútbol: está clasificado como deporte de alto riesgo para cardiópatas. Esto porque su práctica eleva considerablemente la frecuencia cardíaca, pudiendo llegar hasta 190 pulsaciones/minuto. Adicionalmente la tensión del juego aumenta la presión arterial.
- Senderismo: ofrece una intensidad de media a moderada, ubicándose como uno de los deportes más recomendados en cardiópatas en programas de rehabilitación. Esto porque su práctica aumenta el tamaño de las cavidades cardíacas, así como el tamaño y cantidad de vasos sanguíneos. Debiendo estar seguros de elegir rutas adecuadas a la capacidad, así como aumentar paulatinamente el ritmo y el recorrido. Para evitar lesiones, se recomienda un lapso de calentamiento muscular de entre 10 a 20 minutos.
- Ciclismo: otro deporte de tipo isotónico, que debe ser practicado a adecuada intensidad por pacientes cardiópatas, debiendo descartar el ciclismo de competición ya que tiende a aumentar la tensión arterial de manera brusca. Aconsejándose la realización previa de calentamientos físico, así como iniciar la actividad a una intensidad suave, para aumentar progresivamente.
Deporte según la patología cardíaca
La patología cardíaca es muy amplia, por ello señalaremos las más comunes de las cuales se aconseja la práctica de determinados deportes:
- Hipertensión: aunque muchas guías medicas no indican restricciones en cuanto a la práctica deportiva a personas con hipertensión arterial, para realizar ejercicio de manera segura, debe ser una persona con valores tensionales controlados y que no tenga afecciones vinculadas, especialmente con el riñón. Recomendándose evitar deportes de potencia como lucha, carreras de velocidad o boxeo.
- Cardiopatías congénitas: antiguamente las afecciones cardíacas diagnosticadas en niños eran motivo de prohibición de practicar deportes. Gracias a los avances médico y científicos, la actividad física controlada se considera como parte activa de la terapia. No obstante, a causa de la diversidad de patologías cardiacas congénitas, el ejercicio debe ser individualizado, teniendo limitado el nivel de competición.
- Enfermedad coronaria: realizar actividad deportiva de forma habitual, reduce la probabilidad de desarrollar patologías coronarias, así como la ocurrencia de muerte súbita durante ejercicios extenuantes. Siempre y cuando el deportista esté debidamente controlado por su médico tratante, especialmente en aquellos asintomáticos o con antecedentes de infarto.
- Miocardiopatías: caracterizada por evolucionar, ocasionando progresiva pérdida de la función cardiaca, obligando a readaptar la actividad deportiva realizada. Sin embargo, el ejercicio puede retrasar el avance de la enfermedad, a excepción de la miocardiopatía arritmogénica del ventrículo derecho, en la que el ejercicio es un factor estimulante de arritmias cardíacas.
Recomendaciones a la práctica deportiva en cardiópatas
Una vez que el especialista le diga cual es el deporte indicado para usted, es aconsejable seguir con algunas recomendaciones generales:
- Comenzar lentamente: escoja un ejercicio aeróbico y realícelo al menos 4 veces semanales. Recordando siempre realizar 5 minutos de calentamiento previo.
- Tome lapsos de reposo antes de sentirse extenuado.
- Pare inmediatamente si siente vértigo, náuseas, dolor en el pecho, latidos irregulares, entumecimiento o dolor en el brazo, dificultad respiratoria. Recuerde llevar el o los medicamentos recetados. Si los síntomas no desaparecen al detener la actividad, comuníquese con su médico tratante a la brevedad.
- Vístase con ropa cómoda y fresca. Así como manténgase hidratado.
- Si el clima es caluroso, escoja horas tempranas de la mañana o en la tarde noche.
- Si el clima es frio, evite resfriados, al ejercitarse al aire libre protéjase la nariz y la boca, o practique bajo techo. En caso que la temperatura esté bajo cero, pregunte a su médico si puede hacer ejercicio.
- En algunos casos autorizados se pueden realizar ejercicios ligeros con pesas, pero no serán tan efectivos cardíacamente como la práctica aeróbica.
- Conozca sus valores normales de pulso y de tensión arterial.
Con esto evitará cometer excesos y que la práctica deportiva pueda convertirse en un elemento que altere la salud cardíaca, posiciones que sin duda aumentarán el verdadero enemigo de la salud en general: el sedentarismo.
