Además de la propia enfermedad que nos hace preguntarnos ¿Cómo afecta el COVID-19 a la salud de nuestro corazón? Sin dejar por fuera la integridad de nuestros otros órganos, también hemos de cuidar nuestra psiquis.
Y es que la sumatoria –digamos intoxicante- de: influencia de las redes sociales, el temor propio de vivirlo en carne propia, las personas que han creído que esto es un plan mayor en contra del mundo libre (apofenia), quienes se auto medican contra el virus, quienes han querido aprovecharse de la situación y quienes sólo son arrastrados por la corriente, han traído a colación infinidad de informaciones erróneas y amarillistas.
Por otro lado, la mutación y/o variantes del Sars-Cov2 ha vuelto aún más compleja la situación. En este espacio comentaremos la opinión médica in situ sobre las afectaciones en y post Covid-19 sobre el eje del sistema cardiovascular y sistema circulatorio:
Formas regulares de afectación
El miocito o músculo cardíaco puede sufrir de manera directa por el ingreso del Sars-Cov2 a los cardiomiocitos que activan la respuesta inflamatoria que conlleva al deterioro en su función de contracción y relajación (sístole y diástole respectivamente) y la irregularidad en el bombeo culmina en falla cardíaca para algunos pacientes.
La manera indirecta de cómo afecta el COVID-19 a la salud de nuestro corazón es atacando al endotelio, ergo, las células que recubren por dentro a los vasos sanguíneos y por tanto al sistema circulatorio.
Taquicardia Sinusal: Cómo afecta el COVID-19 a la salud de nuestro corazón durante y después de la enfermedad
Es la que ocurre cuando la frecuencia cardiaca que determina el nódulo sinusal supera los 100 latidos por minuto. El COVID-19 como enfermedad tiene entre sus síntomas a la fiebre que es un detonante de esta patología, pudiendo ejercer en el cuerpo la aceleración que fisiológicamente podemos sentir ante el ejercicio intenso, altos niveles de estrés o emociones incontrolables.
Luego de controlada la enfermedad, es factible la aparición de la taquicardia sinusal inapropiada que puede ocurrir sin otra causa (como una recaída al coronavirus), pudiéndose presentar en reposo o luego de un esfuerzo mínimo como caminar o realizar oficios del hogar.
También se presenta agitación persistente que el paciente que puede generar y la intolerancia –o temor- al ejercicio / esfuerzo físico, deteriorando progresivamente su estado de salud psicofísico.
Arritmia de Entrada
Pertenece a las más frecuentes arritmias clínicas, teniendo una forma clásica y una forma de variantes funcionales.
En este caso, cómo afecta el COVID-19 a la salud de nuestro corazón es fungiendo como el desencadenante que la inicia, no poseyendo hasta ahora patrones en extremo claros, aunque los dictámenes preliminares explican que la enfermedad crea infección del intersticio en derredor a las células musculares cardíacas y que aunado a la activación excesiva del sistema inflamatorio conduce a un aumento del tejido cicatrizal – fibroso que se dirige a deteriorar el funcionamiento de nuestra bomba cardiaca.
A futuro, estas personas podrían correr con la posibilidad de usar dispositivos de control, como los marcapasos.
¿Cómo afecta el COVID-19 a la salud de nuestro corazón con una miocarditis?
Esta infección e inflamación aguda muscular cardíaca se podría tomar estadísticamente como la manera más recurrente de afectación a los pacientes.
Incluso los post hospitalizados o con diagnóstico previo de miocarditis presentan prolongación de la patología por varios meses (con síntomas de cansancio, falta de aire, descoordinación). Ya existen registros de pacientes que presentan baja fracción de bombeo cardíaco, lo que se conoce como insuficiencia cardiaca.
Resulta preocupante que un tercio de la población joven de atletas de bajo y alto impacto que padecieron la enfermedad asintomática o leve (en USA), han presentado secuelas de miocarditis tras las pruebas ecográficas. Nótese cómo afecta el COVID-19 a la salud de nuestro corazón futuro que son los jóvenes de hoy que requerirán controles post-Covid para retomar sus ejercicios o actividades, incluso años después, lo que se hace una nueva obligación y reto para la medicina deportiva en conjunto a la cardiología.
Un punto aparte
Como bien dijimos, las redes sociales y quienes han querido aprovecharse de la pandemia del Coranavirus para exponer sus ideas contestatarias han pescado en río revuelto y cazado nuevas víctimas. La última fue al decir que las vacunas (incluyendo todas las aceptadas por la OMS), eran las causantes de la miocarditis en jóvenes y embarazadas. Todo ha resultado una mentira, ya que eran secuelas como las antes expuestas, porque los jóvenes habían padecido coronavirus.
Pericarditis: Otra forma cómo afecta el COVID-19 a la salud de nuestro corazón
Como cualquier virus que funge como agente etiológico, el Covid puede causar cualquiera de los tres grupos fundamentales de manifestaciones clínicas de pericarditis, debido a los patrones irregulares (erráticos) que ha presentado la enfermedad en un buen porcentaje de la población mundial, sin importar edad, sexo e historial clínico. Tales afectaciones son:
- Dolor pericardíaco y fiebre, debido a la inflamación del pericardio.
- Taponamiento cardíaco, manifestación extrema conducida por síntomas que se deben a la producción de derrame pericárdico. Se produce en cualquier tipo de pericarditis, por lo que es regular en pacientes con o pos Sars-Cov2.
- Pericarditis constrictiva, cuya manera de cómo afecta el COVID-19 a la salud de nuestro corazón es engrosando, retrayendo y calcificando al pericardio.
Condición cardiaca no regular, post Covid
Algunos especialistas –no cardiólogos-, realizan prescripciones generalizadas que cumplen los parámetros de la Organización Mundial de la Salud, pero ante la variedad de síntomas tipificados y las formas cómo los muestran los pacientes en las evaluaciones tanto de asintomáticos, con síntomas leves o graves, conducen a evaluaciones que si bien han calzado en casos específicos, es por demás pernicioso extrapolar a otros pacientes con síntomas o historiales similares afectados por coronavirus.
De allí que estos médicos digan cómo afecta el COVID-19 a la salud de nuestro corazón. Una cardiopatía hipertensiva es para los médicos cardiólogos una prescripción fuera de lugar, salvo que el paciente tenga una condición severa hipertensiva de larga data. Pero que esta patología sea una recurrente en pacientes post COVID como consecuencia del virus, es hasta ahora una exageración inapropiada y que ha de evaluarse de manera individual (seguimiento).
Se siguen buscando tratamientos efectivos tanto para el Covid-19 como para prevenir complicaciones como la trombosis y dar tratamiento efectivo a las manifestaciones clínicas que se lleguen a prolongar y como el corazón es el eje central del cuerpo, se ha convertido en un nuevo factor de riesgo para todas las edades, obligando al trabajo conjunto médico – paciente para la realización de controles periódicos y la aplicación de tratamientos cada vez menos invasivos –sí es el caso- pero sí más efectivos.
De lo más grave a una solución
Aunque sea temprano para decirlo, ya que existen protocolos a cumplir para su aprobación total, médicos limeños observaron que para el síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA), detonante de la hiperactivación de los neutrófilos y que obligan a intubar a los pacientes para ser recluidos en las unidades de cuidado intensivo (UCI) el betabloqueante Metoprolol posee un efecto muy selectivo sobre dicho neutrófilo hiperactivado en los infartos.
Esta es una de las bases científicas que tan sólo por observar cómo afecta el COVID-19 a la salud de nuestro corazón, podría encontrar soluciones que disminuyan tanto los síntomas de la propia enfermedad como la posibilidad de secuelas de corto, mediano, largo o permanente plazo.