Una duda recurrente para este grupo de personas es preguntarse si pueden hacer deporte tras un infarto. Los médicos aconsejan que toda persona después de este evento vascular puede realizar una rutina de ejercicios físicos especial, ya que este un complemento de rehabilitación para el paciente.
Ciertamente es importante estar en constante movimiento después de un ataque cardíaco, con ello se obtienen buenos resultados a nivel de salud física. Por lo cual la mayoría de las pautas dan como indicación que deben reanudarse las actividades físicas, además de hacerlas de manera paulatina.
La recuperación de la actividad física y el grado de ella van a depender de lo comprometida que fue la lesión, y en particular de cómo sigue la potencia de bombeo del músculo cardíaco y por supuesto que sí está propenso el mismo a algún tipo de obstrucción. Pero en línea general, hacer deporte tras un infarto es posible y beneficioso para prevenir uno nuevo.
¿Cuándo se puede hacer ejercicio después de un infarto?
Tras una valoración médica que incluya una serie de exámenes no invasivos, el médico especialista tratante de la condición puede dar el permiso para que el paciente realice una rutina de ejercicio.
El tiempo prudencial que debe esperar es relativo a la gravedad de la afectación en el músculo cardíaco. Factores como la edad, el peso, y patologías previas al infarto pueden interferir en el permiso del especialista para comenzar una rutina de ejercicios.
¿Qué ejercicios puedo hacer después de un infarto?
Un entrenador físico podrá dar según sus lineamientos las debidas instrucciones para que posterior a la aprobación médica se realicen ejercicios de bajo impacto pero con positivos resultados. Las caminatas de al menos 30 minutos son una buena opción, con el pasar de unos 30 días, puede aumentarse el tiempo a unos 45 minutos hasta llegar con facilidad a soportar caminatas de una hora a una hora y media.
También el uso de la bicicleta es recomendado luego de sufrir un infarto, pues su estímulo de bajo impacto colabora con la ganancia de actividad física y acondicionamiento muscular.
En función de estas recomendaciones y siempre bajo la mirada y evaluación de un médico cardiólogo y un preparador físico se recomiendan lo ejercicios aeróbico, de igual forma que sean de bajo impacto para evitar la sobre estimulación del músculo cardíaco, rutinas sencillas de 30 repeticiones, en punto de tres tiempos con espacio de recuperación activa pueden ser un buen y beneficioso ejercicio.
Pueden ser realizados los siguientes ejercicios después de un infarto:
Caminatas
Es el ejercicio más recomendado para rehabilitar después de un padecimiento cardíaco, además hacerlo es fácil, gratis y todos podemos realizarlo de manera habitual hasta cierto grado.
Trote ligero
Si sé es corredor se pueden comenzar tras varios días de caminata un trote ligero, es igual de beneficioso que unos minutos de caminata.
Yoga
Es el mejor de los estilos para aquellos que buscan un programa de ejercicios guiado luego de un infarto, con esto centrará la atención en hacer mucho más flexibles los músculos, adicionalmente se relajará la mente y bajará la presión arterial.
Bailar
Si se tiene la capacidad es una forma lúdica de desarrollar resistencia en el corazón, porque con tan solo 20 minutos logra reforzar el tono muscular al mismo. Con lo cual se beneficiará si ya se ha sufrido de un ataque cardíaco o quiere protegerse de padecerlo, sumado a esto también te ayudará a mantener un buen ánimo.
Bicicleta
Montar al aire libre al usar una bicicleta o usar una bajo techo representa un esfuerzo bueno para aquellos que tengan una afección cardíaca, cualquiera de las dos hará un perfecto ejercicio generando movimiento en la sangre, por lo que un exceso de este trabajo podría aumentar la presión arterial.
Natación
Es un ejercicio seguro, la natación como una actividad aeróbica ideal se adapta a la condición física de todos los individuos. Posterior a un infarto, es importante para el paciente no exponerse a altas temperaturas porque provoca que sus arterias y corazón se esfuercen demasiado.
No obstante, se deben evitar al menos durante un tiempo prudencial la actividad física, y previa valoración media los ejercicios de alto impacto o de contacto físico fuerte como el básquetbol o fútbol, donde se vea el individuo forzado a dar un porcentaje elevado de desgaste físico que impida una recuperación y fomente una gravedad de la condición cardiaca.
De igual forma, existen actividades físicas de bajo impacto que representan un buen ejercicio cardíaco como la jardinería, que distrae la mente y beneficia el músculo cardíaco, el paciente disfrutará el aire libre y será una buena forma de generar un hobby.
¿Cuándo empezar a caminar después de un infarto?
Una vez realizada la valoración, se pueden determinar los daños cardíacos y los niveles de limitación del músculo, por ello definir con criterio médico el momento de empezar a caminar dependerá de las conclusiones de los distintos exámenes que se le realicen a la persona.
Entre estos exámenes y según la necesidad puede figurar el electrocardiograma, que mide la respuesta cardíaca a nivel de latidos y la prueba de resistencia, con la cual se pueden distinguir las capacidades del músculo. Eventualmente y bajo discreción de esfuerzo, caminar después de un infarto pudiera ser una actividad a realizar de manera sencilla y con el aumento de la distancia en un periodo posterior a los 15 días.
Será una recomendación importante agregar unos minutos cada día, en un principio te tomará un poco más de esfuerzo físico, por lo que no se debe precipitar en las exigencias al cuerpo. Algunos estudios recientes sostienen que basta con solo 20 minutos de manera consecutiva y constante durante el día para mantener el corazón sano y si se ha sufrido un infarto ayuda de igual forma a recuperarse del mismo.
La idea es preferir las actividades aeróbicas por sobre los ejercicios de pesas, dado que la elevación de peso de manera frecuente puede incrementar el ritmo cardíaco, representando así un problema a nivel de presión arterial.