Todos quienes realizan actividad física de manera segura, saben que deben estar muy atentos de su estado de salud general, así como de la capacidad y reacciones del cuerpo frente a exigencias físicas, que estimulan el sistema circulatorio, respiratorio y muscular. Es bajo esos parámetros que debes conocer qué son y cuándo aplicar las pruebas de esfuerzo con gases y sin gases, como una manera de valorar el comportamiento del organismo al momento de la práctica deportiva. La medicina deportiva puede ayudar en cumplir este objetivo.
¿Qué es la prueba de esfuerzo?
La prueba de esfuerzo, también conocida como ergometría es una evaluación funcional utilizada con la finalidad de cuantificar el máximo esfuerzo que la persona es capaz de alcanzar, bajo determinadas condiciones de exigencia física de fuerza y velocidad.
Siendo realizada por médicos especialistas en cardiología, se dividen en: pruebas de esfuerzo con gases y pruebas de esfuerzo sin gases. Según el tipo de examen proporciona detallada información sobre el sistema cardiocirculatorio (prueba de esfuerzo sin gases) y del sistema respiratorio (prueba de esfuerzo con gases), así como la evolución del estado en que se encuentra la capacidad metabólica energética de los músculos.
Prueba de esfuerzo sin gases
La evaluación médica deportiva de prueba de esfuerzo sin gases, está orientada a proporcionar información acerca de cómo funciona el corazón en periodos de esfuerzo y de recuperación, identificando posibles problemas cardiovasculares, que podrían poner en riesgo la vida del deportista, tales como arritmias, insuficiencia cardiaca, cardiopatía isquémica, malformaciones o hipertensión arterial.
Las evaluaciones médicas en la prueba de esfuerzo sin gases incluyen valoraciones de:
- Condición cardio, que incluye electrocardiograma.
- Antropométricas, es decir dimensiones y medidas del cuerpo.
- Historia médica.
- Prueba de esfuerzo nivel 2 (sin gas), realizada sobre una bicicleta fija o una cinta de correr para valorar entre otras cosas la frecuencia cardiaca.
Permite el diagnóstico precoz de patologías cardiacas responsables de la ocurrencia de muerte súbita por ejercicio físico, al momento de realizar o practicar una actividad deportiva.
Prueba de esfuerzo con gases
Aplicar la prueba de esfuerzo con gases, permitirá obtener cuantificaciones cardiorrespiratorias y fisiológicas para determinar el estado físico e identificar topes de entrenamiento y ejercicio físico, así como de metabolismo energético. Cuantificaciones obtenidas al identificar valores de oxígeno máximo, compensación respiratoria, umbral anaeróbico y umbral aeróbico, entre otros. Para realizarlo, adicional a los medios móviles, se le coloca al paciente una mascarilla, para analizar el ritmo respiratorio.
Obteniendo resultados para determinar con exactitud el estado fisiológico del atleta, estableciendo el entrenamiento individual que permitirá el rendimiento máximo en la actividad deportiva.
Objetivos de la prueba de esfuerzo
El propósito de la prueba de esfuerzo depende del tipo de prueba que se aplique:
- Prueba de esfuerzo sin gases o ergonometría: descarta ciertas patologías cardiovasculares que pudieran hacerse graves con la práctica física. Dar un dato
- Prueba de esfuerzo con gases o ergoespirometría: permite la valoración funcional del paciente. Esta prueba consiste en someter al deportista a un estrés fisiológico mediante el ejercicio físico incremental, se aumenta la intensidad periódicamente hasta la carga máxima que pueda soportar. El análisis de los gases respiratorios espirados durante la prueba nos da un dato la capacidad funcional del sujeto evaluado, nos permite conocer posibles patologías existentes y manejar datos para un programa de entrenamiento seguro.
Al realizar un esfuerzo hasta llegar al agotamiento, se producen cambios en la cantidad de oxígeno respirado, picos conocidos como umbrales aeróbicos y anaeróbicos, que al identificar sus mínimos y máximos permite la programación de niveles de esfuerzo idóneo durante el entrenamiento o la competición.
Estos umbrales varían según la capacidad cardiovascular, permitiendo al organismo soportar esfuerzo físico durante un tiempo determinado. Por ejemplo, si la persona tiene un umbral anaeróbico bajo, la persona podrá soportar un esfuerzo físico exigente por menos tiempo.
¿Quienes deben realizar una prueba de esfuerzo?
Es igual de importante realizar una actividad física como practicarla de forma segura, de nada servirán grandes esfuerzos, si se arriesga la vida. Por ello realizar una evaluación médica con prueba de esfuerzo se recomienda en los siguientes casos:
- Deportistas con actividad física entre media y alta: mayores de 16 años, con una frecuencia mínima de 2 años.
- Deportistas con actividad física de intensidad alta: mayores de 30 años, con una frecuencia mínima anual.
Con la realización de la prueba de esfuerzo sin gases o de prueba de esfuerzo con gases, se detectarán por un lado patologías latentes para la aplicación de tratamientos oportunos minimizando riesgos cardíacos. Mientras que, por otro, se logra definir capacidades individuales, estableciendo parámetros para optimizar la respuesta deportiva.
¿Qué prueba de esfuerzo debo realizar?
La decisión sobre cual prueba de esfuerzo realizar dependerá de los objetivos del atleta o deportista, si deseas conocer acerca de tu salud cardiovascular o si te exigen la presentación de un certificado médico para ingresar a una competencia, la prueba de esfuerzo sin gases será suficiente.
Pero, si requieres conocer el comportamiento y límites físicos del cuerpo, para lograr mejorar y controlar el entrenamiento y los resultados, lo recomendable es una prueba de esfuerzo con gases. Estando especialmente dirigida a atletas de competición o de alto nivel buscando la eficiencia y seguridad en la práctica diaria del deporte. La valoración de los pulmones y respiración serán complementarias al funcionamiento del corazón,
En la medicina deportiva, este tipo de protocolos son de aplicación específica, basados en el nivel y tipo de deporte, el estado físico del deportista y el objetivo que se desea alcanzar.